Un ángel vestido de escarlata
Calificación: 5 ⭐
Saga/Autoconclusivo:
Páginas: 569
Fecha de publicación: 01 Abril de 2017
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La historia nos habla acerca de Ángela, una chica que desde muy pequeña tuvo que valerse por sí misma. Ella no tenía un hogar, dormía en las calles, una noche se topó con un grupo de hombres que le hicieron mucho daño, ella pensó que no saldría viva de ahí hasta que un señor llega a su rescate. El señor Ru, su shifu, como ella le decía, se convirtió en una persona muy importante para Ángela, él y su esposa curaron sus heridas, la cuidaron, le dieron el hogar que tanto anhelaba. Su shifu le enseñó a defenderse con el kung fu, le dio herramientas para que ella lograra calmar todos los demonios que la atormentaban cada vez que los recuerdos de esa noche regresaban. A pesar de que su shifu intentó que ella se olvidara de su venganza, ella no dio su brazo a torcer. Ángela estaba decidida, haría justicia por su propia mano, ella quería vengarse, nada ni nadie la haría cambiar de opinión. El plan ya estaba en marcha, ya no había vuelta atrás, se vengaría, los haría sufrir, no les tendría piedad, al fin y al cabo, ellos no la tuvieron con ella…
Ella creía que una vez que acabara con los hombres que le hicieron daño volvería a ser la de antes, que ya no sentiría temor cuando alguien quisiera tocarla, que se volvería a sentir completa, que ya no se sentiría rota, que volvería a ser feliz… pero ella estaba muy equivocada… Completo su venganza, pero ¿a qué costo? Ella pensaba que no pasaría nada… que nunca la encontrarían… pero fue todo lo contrario… Un descuido deja al descubierto su identidad. Quizás debió de haber escuchado a su shifu… “La venganza nunca trae nada bueno” … A partir de ese momento la vida de Ángela dará un giro de 360°. Una nueva ciudad, un nuevo trabajo, un amor inesperado la pondrán al límite… Muchas personas llegarán a su vida, esas personas irán derribando cada uno de sus muros sin que se de cuenta… Ellos se convertirán en su todo y le enseñaran que no todos los que se le acercan quieren hacerle daño, que a veces para sanar necesitas darles paso a nuevas personas y dar un salto de fe.
